jueves, enero 12, 2006

Aquel muchacho es poeta.

Aquel muchacho que sonríe
-yo me enamoré de sus labios-
tiene manos cálidas, pero fuertes.

No tiene oficina,
corbata
o cargo en la Asamblea;
tampoco vende lotería.

No estudia leyes
porque la norma no es su estrategia.
No fuma la pipa de la paz
ni le da por medir las tierras.

No ama el ocio
ni ensalza la violencia
Aquel muchacho que sonríe,
llora…
no se sabe si de rabia
de amor
o de pena.

No deshojará jamás una margarita
ni por su madre
ni su sombra
o por mí.

Creo que me odiará hasta la muerte
por eso no sabe de olvido.

Aquel muchacho que sonríe
no vive entre lujos;
típico clase media
con los mismos lentes
y con las mismas tripas hambrientas.

En su perfil no lleva
la marca de la Virgen;
no es redentor
ni cantante
tampoco es anarquista

Aquel muchacho que sonríe
no es mi hermano
ni mi padre
ni está en mi vientre.

No tiene el cuello blanco
ni sabe del amor
lo mismo que ignora el hastío.

Camina por las calles
y no se desgastan sus zapatos.
Me mira de reojo
mientras me aniquila…

Aquel muchacho que sonríe
es ave
es cruz
es poeta
y descubre que en su pluma
puede herirme hasta la muerte.

5 comentarios:

nihilego dijo...

Como pudieran el amor y el odio entrelazarse, como hombre y mujer, como sexo y sexo, como sexo y sexo.

Aquel muchacho de ojos
firmes y oscuros,
algún día también
ha de partir
de mi.

Besos.

Miguelius dijo...

De verdad me llegó

Alejandro dijo...

El llanto tiene siempre varias dimensiones. Ningún sentimiento parece ser totalmente "puro". Y la poesía también tiene bastante de eso. Muy Güeno!!!

Wenuan Escalona dijo...

Lenguaje simple, no caes en la tentación rococó de la metáfora rebuscada; el camino que enseñas en tu poema es tranquilo, plácido en su forma, te imagino observando a aquel muchacho desde el banco de una plaza, masticando tus secretos pensamientos...la verdad a mi me cuesta escribir con pocas palabras yo me lleno la boca con ellas...ese es mi conflicto. Por eso me llama la atención tus formas, tu estética, creo que el riesgo ahí, (por que creo que siempre existen riesgos en el camino que uno escoge, respecto de su propia poesía) es caer en la flojera, sacando toda hoja colorida de las ramas, privando los textos de las imagenes necesarias, por eso lo complejo del tema, por que las palabras deben ser limpias, precisas, lo simple como reflejo de las aguas más profundas.
Un abrazo y un beso, me gustò tu poema.

Leonardo Azul dijo...

venía a decir algo y me encontré con esto:


NihilEgo dijo...

Como pudieran el amor y el odio entrelazarse, como hombre y mujer, como sexo y sexo, como sexo y sexo.

Aquel muchacho de ojos
firmes y oscuros,
algún día también
ha de partir
de mi.

Besos.


****

Cómo pudieran el agua y el fuego entrelazarse, como niña y mujer, como sexo y sexo, como amor y amor.


Aquel muchacho de manos
firmes y claras, y
mirada esperanzada,
algún día también
hubo de llegar
a mi.