martes, enero 17, 2006

Un 17 de enero...



Hace 27 años se me ocurrió nacer, aunque los pronósticos no eran favorables. La ciencia me importó muy poco. Mi madre sobrevivió a mí. Eso ya era algo bueno. Luego llegué a los quince, sin fiesta, sin vestido y sin novio. Ja! grave problema el de la adolescencia. Por suerte la superé sin grandes dramas existenciales.

Luego descubrí que podía escribir algunos versos cursis que nunca dediqué a nadie y por eso los regalé a mis compañeros para conquistar a sus tiernas "presas". Terminé el colegio y entré a la universidad pensando que podía escribir algo realmente bueno, vender millones de libros, ganar millones de colones y recorrer millones de kilómetros conociendo el mundo. Ahí empezó mi guerra existencial.

Más tarde descubrí que la literatura era mi vida... pero Luis Chaves tiene razón "la literatura no es un oficio. es una desgracia". Ella me destroza cada día pues lucho con la perfección que exige su llamado. Y ahora trabajo y escribo cada vez que puedo. Y sigo existiendo, entre promesas rotas, versos, intentos de cuentos, rutinas, notas, boletas, bailes, boleros, Catulo, Capmany, los cuentos.net, el autobús y sueños menos pretenciosos. Sigo existiendo... y doy infinitas gracias por ello.

Este ha sido una cumpleaños maravilloso... Gracias a todos por hacerlo así. Sus saludos, muestras de afecto y regalitos me han hecho muy muy feliz... No tendré millones de nada, pero hoy me di cuenta que tengo grandes amigos. Los quiero.

Ahhh, y acá están algunos de sus bellos regalos!

La marce


1 comentario:

La Tabernera dijo...

¡Ninda! Ojalá lo hayas pasado la raja!!!
"la raja" :modismo chileno traducible como excelente, de primera, genial, etc..., no es recomendable decirlo delante de la abuelita ;)
:D