En el 2008

Días como estos. Sueños que parecen materializarse. Decisiones. Eventos. Mar. Tú.

En el 2008, más de nosotros, de ti y de mí, de esta paradoja geográfica que parecía separarnos. Ahora las distancias se achican y los cuerpos se encuentran como explosiones de pólvora a media noche, como ese aire sutil de las madrugadas sobre tu espalda. Delicia.

Más de lo bueno, días de lluvia para recordar diciembre. Menos carne y muchos besos. Nostalgias enterradas y personas especiales añadidas a la lista de los bienaventurados de sonrisas y sinceridad.

Siempre juntos, por qué no, unidos. Entrelazados de más sueño y hogar.

Estos son mis própósitos para el 2008.