martes, abril 29, 2008

Buena suerte

A mis padres.

A ustedes que hoy separan sus vidas en medio de mis años y mi experiencia, les deseo lo mejor. Ya los tiempos dolorosos quedan en el pasado y si algo ha de dolernos más, será cuando el otoño tiña de gris este cielo.

Hoy quiero sentarme sola, aquí, a llorar su despedida y los besos que no se dieron, las palabras que nunca fueron caricia entre ustedes, los meses que nunca tuvieron una foto o un recuerdo.

Adiós, de ser preciso. Mi vida sigue y no pienso quedarme esperando a que se sequen las mañanas y las palabras de amor se olviden con el monótomo paso de una despedida. No permitiré que los años ultrajen mis manos ansiosas de besos.

En medio de mi respeto, compasión para ustedes. Para mí, jamás habrá un invierno.

Buena suerte.

4 comentarios:

Amorexia dijo...

Caemos del cielo lloviendo al nacer, así es como salen las almas del GUFF, volvemos a él todo poderoso evaporándonos una mañana, no importa si no ha llovido, las lágrimas derramadas llevan nuestros espíritus como mariposas azules, al evaporarse, & ya no quedan gotitas en la ventana, solo esperamos a que vuelva a llover & venga la condensación de la mañana, para volvernos a encontrar... por los que no llora nadie! Se quedan vagando espesos como rocío, suben & caen cada noche, cada mañana, cada siglo, & tampoco son gotitas en tu ventana...

Un saludo solidario mi amiga, desde mi esdtraño país.

Cristina VR dijo...

Es triste cuando pasan las cosas o cuando termina un periodo duro de nuestra vida que nos reencuentra con algo que no deseábamos volver a ver.

Y es cierto, a veces todo lo que se necesita es un espacio para estar solos y pensar o no pensar..., llorar... Como lo dice usted.

Anónimo dijo...

"Hoy quiero sentarme sola, aquí, a llorar su despedida y los besos que no se dieron, las palabras que nunca fueron caricia entre ustedes, los meses que nunca tuvieron una foto o un recuerdo."

Esta parte me conmovió realmente, quizá porque mis padres nunca se acarician, ni siquiera con palabras.. solo se tiran dardos venenosos, que dan directo en el centro de sus cuerpos, llenándolos de furia, dolor, rencor.
No hay que olvidar jamás las palabras de amor que un día nos hicieron sonreír..
Te mando un abrazo muy grande.. lograste tocarme en el alma.

Simplemente,

CaRo.-._.-.

Anónimo dijo...

Pensar, llorar y estar tranquilos..